En el último siglo, el uso de fibras para reforzar el hormigón ha logrado un auge en la producción de mezcla para construcción.
Aunque actualmente, existen muchas mezclas de fibras para lograr un hormigón de excelente resistencia, este hecho se le atribuye a muchos años atrás, donde se juntaban pasto, hilos, varas y hasta pelo de animales, para poder mejorar la resistencia y evitar fisuras.
Actualmente, los avances tecnológicos también han llegado a la construcción y logró el desarrollo de fibras de muchos materiales, resistentes a los álcalis, como lo son el polipropileno, polietilenos, acero, carbono, entre otros más.
Las fibras, se añaden en el momento que se amasa el hormigón, generando resistencia y lo vuelve variable con los cambios de la temperatura.
Los HRF, u hormigón reforzado con fibras, son el tipo de hormigones que poseen fibras cortas y aleatoriamente distribuidas en su mezcla.
Estas masas de hormigón con fibras, generan algunas características que las convierten en un complemento ideal para obtener ventajas en la construcción.
Tipos de hormigón con fibras: hormigón impreso, desactivado, drenante, rayado, hormigón pulido.
Ventajas del uso del hormigón reforzado con fibras
- Es una especie de refuerzo alternativo a las mallas y es más barato y fácil de usar.
- Reduce la formación de grietas generadas por retracciones o contracciones.
- Es mucho más rápido en tiempo de construcción, debido a que su aplicación es directa.
- Reduce muchos costos de mano de obra.
- Se mezcla muy fácil con el concreto.
- No es magnético ni llega a ser corrosivo.
- Evita la erosión y genera resistencia al impacto.
- Tiene una alta resistencia a la tracción.
Además, es muy versátil, tiene buen balance de rigidez, una estabilidad dimensional a altas temperaturas y evita el traspaso de la humedad.
La aplicación del hormigón con fibras
La distribución ideal de las fibras entre las partículas de la masa en general, se genera mecánicamente.
No es necesario que exista un procedimiento largo entre las fibras y el cemento; sólo necesitas introducirlas cuando se está preparando la mezcla.
Las fibras, en sí, son presentadas en longitudes de media, una y dos pulgadas.
Los efectos de éstas, son iguales, pero va a depender de lo que escoja el usuario y de las dimensiones de la aplicación.
La proporción que recomiendan e indican de uso del hormigón con microfibras es de un kilo por cada metro cúbico de hormigón, pero dependiendo del caso, puede usarse con hasta 25% en menores proporciones.
Y en su aplicación, es indicado para el pavimento, hombrillos, muelles, cuneta, bacheos, pistas de aviación, pisos industriales, estaciones de servicios, playas, columnas de alumbrado telefónico, postes, tanques, piscinas y en lugares que posean alta salinidad.
Tipos de fibras
Microfibras
Las microfibras, generalmente son de plástico, polipropileno o polietileno nylon, que mejora la reducción de la separación que se produce en la mezcla de concreto.
Con esto, logra prevenir las fisuras cuando se realiza la construcción.
El fibrado de nylon controla la fisuración durante la etapa de fragüe y mejora la capacidad de bombeo, logrando evitar que se pegue a las tuberías de la bomba. Sus longitudes van entre los 12 y los 75 milímetros.
Macrofibras
Las macrofibras, usualmente son de vidrio, acero o materiales sintéticos o naturales. Éstos son utilizados como refuerzo que se distribuye en todo el espesor y se orienta hacia cualquier dirección.
Las fibras de vidrio, generalmente son utilizadas como paneles de fachadas de edificios, mientras que también se han realizado hormigones reforzados con cabello, heno, coco, plátano y hasta caña de azúcar, llevándolo a escala industrial.
Aunque la malla electrosoldada, que se emplea comúnmente, se reemplaza por algunas tiras pequeñas de alambres y, éstas, se mezclan con el cemento, arena y la piedra del hormigón; las fibras logran actuar como una malla, aumentando resistencia a la flexión, al impacto y al control de fisuración.
En cuanto a cómo se trabaja con el concreto reforzado con este tipo de fibras, siempre va a depender del porcentaje de volumen y forma de las fibras, su estado superficial, y el enlace y las dimensiones que se generen entre ellas.
El hormigón reforzado con fibras logra resolver dos problemas: que el hormigón no resiste los esfuerzos de la tracción y se tiene que reforzar con estructuras con gran espesor y se gasta mucho más; y el segundo que el precio se incrementa considerablemente.
Así que afirmamos que la utilización de hormigón, reforzado con microfibras, solucionan esos dos problemas de construcción.